Número Ángel 333

La respuesta es no. Estás atravesando una fase de expansión. En estos momentos de tu vida, te encuentras en una transición crucial para tu futuro y la vida te pone ante una encrucijada, para que elijas lo que realmente deseas hacer.

Tal vez no lo habías notado antes o tal vez no quieres reconocerlo, pero inconscientemente has estado anhelando vivir una vida diferente, tener una relación de pareja distinta, ganarte la vida de otra manera, y en resumen, ser otra persona. El universo ha escuchado cada uno de tus deseos y finalmente ha llegado el momento de actuar.

Deseas vivir algo distinto, pero te da miedo salir de tu zona de confort. Temes probar cosas nuevas y soltar lo que ya tienes. No quieres experimentar la soledad, el fracaso, la inestabilidad financiera, ni la incertidumbre sobre tu futuro. Y mucho menos empezar de cero a tu edad.

Entonces, a través de tus miedos, bloqueas cualquier posibilidad de crear algo distinto, aunque sea tu mayor anhelo y tu alma te lo pida a gritos cada día, desde que despiertas hasta que te vas a dormir.

Pero el universo, con su perspectiva mucho más amplia, puede ver las infinitas posibilidades y las ilimitadas formas en que tus sueños pueden hacerse realidad… El problema es que tú no quieres dar el paso (y te entiendo).

Poco a poco, verás cómo las cosas a las que te aferrabas con tanta fuerza se escapan entre tus dedos. No importa cuánto luches por mantener tu zona de confort, parece que no existe ninguna posibilidad de aferrarse a ella.

Podría ser mediante la pérdida de un empleo, el fin de una relación de pareja, la necesidad de mudarte porque el propietario de tu casa lo requiere, o incluso, un accidente que te obligue a pasar un tiempo encerrada en casa, sin poder realizar actividades por ti misma y dependiendo de la ayuda de los demás.

Si lo piensas, todas estas situaciones ya cumplieron su propósito en tu vida. Algo muy adentro de ti te lo está gritando, pero te da muchísimo miedo asumirlo. ¿Y si te equivocas? te dirá la voz de tu ego.. ¿y si te arrepientes? ¿y si todo sale mal? ¿y si me quedo sola y sin dinero? ¿y que van a pensar los demás de mi?

En realidad, estás a punto de iniciar un nuevo ciclo con cosas nuevas, personas nuevas, lugares nuevos, trabajos diferentes y amistades distintas. Sin embargo, para dar comienzo a este nuevo ciclo, todo lo que ya no te sirve debe desaparecer.

Es algo así como ir a comprar ropa nueva, tienes que tirar a la basura o donar primero lo que ya no te queda y lo que ya no te gusta, y hacer espacio en tu armario para que puedas llenarlo con cosas nuevas que si te hagan sentir más tú, más libre y más feliz.

Tenemos la tendencia de creer que si algo es para ti, el camino será increíblemente fácil, cómodo y rápido.

Pero cambiar nunca es fácil y crecer nunca es cómodo. En cierto modo, el cambio implica dejar una parte de ti misma atrás, y soltar también algunas cosas que en su momento te dieron algún tipo de seguridad.

Nadie te está empujando a una dirección en la que no quieres ir.

Aunque es fácil echarle la culpa al universo y decir que te odia y te está maldiciendo o castigando con estos cambios, pregúntate con sinceridad: ¿realmente eras feliz? ¿realmente estabas viviendo una vida soñada para ti? ¿o en realidad te estabas conformando con una situación que era cómoda para ti?

Hay una gran diferencia entre ver la vida pasar por inercia y disfrutar cada segundo del momento presente, con lo bueno y lo malo. Puede que ahora mismo sientas que aunque tu vida no es perfecta, la vida de nadie lo es, y por lo tanto no entiendes para qué tendrías que cambiar tu situación actual, simplemente es algo que no quieres hacer aunque no seas completamente tú, ni seas completamente feliz.

El problema es, que esos son los deseos de tu ego y de tus miedos.

Tu alma quiere probar todo lo que la vida tiene para ofrecer, y por eso, siempre te dará la oportunidad de alinearte con esos deseos.

Seguir al corazón no siempre está en la misma dirección de lo que es racional. De hecho, casi nunca lo está. La clave es encontrar un balance entre ambas partes para lograr avanzar. Seguir al corazón, apoyándose en la mente para materializar los deseos. La mente está allí para ayudarte a construir aquello que el corazón te pida.

Cuando se renuncia a lo que pide el corazón y se escucha solo a la razón, muchas veces terminamos en un camino que no nos llena realmente, pero nos da estabilidad y comodidad al precio de nuestra felicidad.

En algunos casos, a través de nuestras experiencias y conocimientos, hemos acumulado una gran fuente de sabiduría, una que podría ayudar a muchísimas personas que buscan desesperadamente consuelo y guía en sus procesos. El universo forja a algunos de nosotros a fuego y sangre para convertirnos en maestros.

El arquetipo del maestro es algo que surge desde el interior, a través de un poderoso deseo de compartir conocimientos y experiencias, no por obtener algún tipo de reconocimiento o estátus, sino por el puro placer de observar como estas pequeñas acciones se convierten en grandes catalizadores de crecimiento personal, tanto en otros como en uno mismo.

Por último, solo me queda recordarte, que el universo solo puede mostrarte otros caminos y otras posibilidades, pero eres tú con tus acciones y decisiones quién tiene la palabra final sobre lo que construyas o hagas con tu vida.

Tienes el poder de elegir tu propio camino, aunque seas guiado en una dirección diferente, tenemos el albedrío de experimentar aquello que queramos vivir. Al final no existe un camino correcto o incorrecto, solo existen los aprendizajes que adquieres con cada paso que das en tu vida.

El universo nunca se cansará de enviarte oportunidades para tener una vida más plena, pero a veces, se requiere un salto de fe y que te arriesgues a probar algo nuevo, aunque no tengas ninguna certeza de cuál será el desenlace. Esa incertidumbre es parte de la aventura de conocerte a ti misma, ¿a dónde quieres ir?.